- Eres un pedazo de mierda.
- Ser decepcionado es brutal, no pretendo lo contrario.
- ¿Cómo? ¿Cómo funciona? ¿Cómo puedes hacerle esto a alguien?
"Closer".
Mira tú por donde, tal y como te conocía, ahora resultas decepcionante.
- Eres un pedazo de mierda.
- Ser decepcionado es brutal, no pretendo lo contrario.
- ¿Cómo? ¿Cómo funciona? ¿Cómo puedes hacerle esto a alguien?
No logro recordar como surgió que me pidieras que te diera clases de Griego. Menuda cosa más rara, un chico que hace Ingeniería Industrial, en clase de Griego. Tú decías que te habías cogido una tal optativa con una muy amiga tuya para ir juntos a clase, una tal Feiza.
Muerto de vergüenza por conocerte apareciste a lo lejos, andando con esos aires de chulería irremediable a lo Brad Pitt en sus mejores tiempos, con un pirata vaquero y una camiseta de Armani negra con un dibujo amarillo en el centro.
Acabamos tumbados en esa estrecha cama de la habitación número "X" de la Resi, mirándonos fijamente a los ojos el uno al otro, sin hablar. Sólo un beso corto y seco rompía de vez en cuando dicho enfrentamiento de miradas.
Eran alrededor de las nueve de la noche cuando pagaba esos 70 céntimos de euro que daban por finalizado esa extraña tarde Junio. En ese cuarto quedaban aquellos apuntes perdidos de Griego.
Las opiniones son como el agujero del culo, todos tenemos uno y creemos que el de los demás apesta.
"Él era tan duro y romántico como la ciudad que amaba. Tras sus gafas de montura negra se agazapaba el vibrante poder sexual de un jaguar. Nueva York era su ciudad y siempre lo sería"