Y me enfrento por las noches a una cama muy vacía
que la lleno con historias, aventuras y malicia.
Luego viene tu recuerdo y su canción de despedida,
y me encuentro noche a noche... en el punto de partida.
Mira tú por donde... por fin me he dado cuenta de que no vale la pena engañarme. Sólo me queda, resignarme.
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